domingo, 29 de enero de 2012
Haz tu parte y Dios hará el resto
En ocasiones cuando entregamos nuestra vida a Dios tendemos a creer erróneamente que todos nuestros anhelos automáticamente y de forma mágica se hacen realidad.
Esta concepción es bastante limitada, ya que por lo general cuando oramos y una petición no se cumple de las formas que esperamos, surge la insatisfacción, la duda y la falta de fe.
Es importante discernir como es que Dios actua en nosotras. Dios utiliza miles de formas para llevar a cabo sus propósitos y además Él nos dota de capacidades, aptitudes y dones para que realicemos aquellos deseos y sueños que tenemos por cumplir.
Y además no solo porque estamos pidiendo acerca de algo específico significa que tenga que suceder como nosotras creemos.
Dios nos da lo que necesitamos y no aquello que creemos que necesitamos.
Debemos hacer nuestra parte y Dios hará el resto!
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