sábado, 30 de marzo de 2013

El cuerpo es un Templo



“Tener un cuerpo no significa cargar un buey alrededor del alma. El cuerpo es magnífico. Ya que ha sido digno de ser habitado por un Dios o una Diosa. Lleva en si a un Dios/Diosa. Es un templo. 

Mientras no lo vivamos como un templo, no lo viviremos en absoluto. Vivir nuestro cuerpo como un templo quiere decir limpiarlo por entero para que el alma se pueda desarrollar y el Dios o Diosa interior pueda habitarlo y hablar.”

Autor: Alejandro Jodorowsky, en “Evangelios para Sanar“



viernes, 29 de marzo de 2013

La Medicina de la Mariposa



" Mujer Cambiante, Maga y Creadora Silente,
Muéstrame la risa de tu Vientre que hizo florecer al Mundo.
En tu Oscuridad hallé la paz que desconocía.

Nada es eterno susurraste
y comprendí tu compasión y poder.
Renazco en la mariposa.
No soy la misma,
Fortalecí mi Alma."

Autor: Irene Viscarra

jueves, 28 de marzo de 2013

El Poder de la Mujer




En la tradición tántrica, la mujer es la iniciadora del amor; la portadora de vida desde su yoni (órgano sexual femenino) a todas las células. La mujer es la antorcha luminosa que desvela los misterios de la vida, del amor y del sexo.

La belleza de la mujer es tan venerada como su poder esotérico, por lo que la belleza física, la sensualidad, el erotismo o el ardor salvaje de la pasión son tan importantes como la dulzura, la compasividad y el servicio. La belleza es tanto externa como interna, ya que el Tantra lustra el alma de la divinidad femenina; apunta a despertar la Shakti (diosa) de cada mujer.

La mujer es la iniciadora de la sexualidad mágica y mística. Ella sabe en su inconsciente todos los secretos, por lo que sólo necesita recordarlos. La mujer debe adoptar un papel activo en el sexo; dar el poder iniciático a la relación y otorgar el poder místico al hombre. Es ella quien abre las puertas de los secretos de la sexualidad, aunque algunas Shaktis han olvidado este poder debido a la represión y a la idea de pecado que les ha trasmitido el puritanismo.

El Tantra libera y da conciencia. Como dice el Kaularahasya: 

La mujer inicia mediante el mismo yoni a través del cual nació el hombre, en una vida anterior. La mujer inicia mediante los mismos senos que alimentarios al hombre en una vida anterior. La mujer inicia con la misma boca que, en alguna ocasión, calmó al hombre. La mujer es la iniciadora suprema del Tantra.

Uno debe cerrar los ojos e imaginar toda la cadena de mujeres que han pasado por la humanidad para que la especie continúe, y rendir veneración a tan noble acto. Si observas los rostros de las mujeres contemporáneas podrás ver mujeres con potencial, otras que están apagadas, las reprimidas, las liberadas.

Cada mujer muestra en su rostro su estado interior. Así, la mujer sexualmente activa, orgásmica y mística, mostrará en su rostro alegría, será un sol radiante, tendrá fuego en su mirada, danzas en sus caderas, calor en sus manos, buena disposición para la acción y poseerá un alma meditativa.

La mujer con su diosa interior a flor de piel, tendrá ganas de danzar, de gozar, de sentir la sexualidad de forma natural a todo momento, desde las miradas hasta la penetración del lingam (órgano sexual masculino).

El yoni de una mujer es venerado desde su aspecto dador de vida y de placer sexual. La mujer tántrica es poder, danza, erotismo sexual y místico. Es a la vez el éxtasis espiritual y el goce de la piel. Desde Afrodita, la diosa del amor, Isis para los egipcios, la diosa amorosa y Suma Sacerdotisa de Babilonia, Inanna, la diosa Madre de los sumerios, Diótima, la mujer de Sócrates, María Magdalena la compañera de Jesús y tantas otras, se ha visto a la mujer como el estereotipo del servicio y la bondad, el eros y la sexualidad.

La mujer es un misterio de energías. Dice el Kama Sutra: 

La extensión del potencial amoroso de una mujer no la conoce ni siquiera aquellos que son objeto de su afecto. Esto se debe a la sutileza del amor de la mujer. Los hombres casi nunca conocen a las mujeres en su verdadero ser, tanto si las aman como si se sienten indiferentes ante ellas, tanto si les deleitan como si las abandonan, ni siquiera cuando extraen de ellas todo cuanto poseen.

El Tantra se sumerge en el misterio femenino y se impregna de su energía para conocer lo divino. Dentro de la sexualidad, la mujer adopta el papel activo y el hombre el pasivo.


Autor: Guillermo Ferrara
Extraído del Libro El Arte del Tantra

El Poder invisible de los Círculos de Mujeres



El poder invisible de los círculos de mujeres actúa en dos niveles. Un círculo de mujeres puede parecer que es simplemente una serie de mujeres que hablan entre sí; pero si es un círculo, y especialmente un círculo con un centro espiritual, provocará un invisible efecto en las mujeres que lo componen. Un segundo poder invisible consiste en la posibilidad de que cada círculo esté contribuyendo a crear la masa crítica que pondrá fin al patriarcado. Éste es el efecto que tiene en la cultura el millonésimo círculo.

El poder para enfrentarse a la censura o a la incredulidad, al ¿Quién te has creído que eres?, proveniente de fuentes externas, emana del formar parte de un círculo junto a personas afines, pues eso permite a las mujeres seguir su rumbo ante el ridículo o la oposición. 

"El poder invisible que los círculos de mujeres ejercen en las mujeres que los constituyen nace del poder sanador, afianzador y alentador que somos capaces de tener sobre otra. "

Cuando una cuenta con ese aliento y ese verdadero apoyo a la hora de llevar a cabo un cambio significativo, es más posible que el cambio se realice. El que otras personas crean en nosotras o compartan nuestros puntos de vista posee un poderoso e invisible efecto.

Un círculo de mujeres que confían unas en otras puede llegar a ser también un receptáculo de sanación, sobre todo si las mujeres que lo forman son capaces de hablar de aquellas experiencias en las que se sintieron aterrorizadas por lo que se les hizo a ellas o por lo que presenciaron. Un lugar seguro en el que contar la verdad es un espacio de sanación. 

Una persona maltratada se siente, en el nivel emocional, doblemente herida: por lo que se le hizo, y por la vergüenza. En lo más profundo de la psique de toda mujer, niña y niño maltratados o violados, hay vergüenza y un sentimiento de indignidad y de desprecio hacia sí mismos, lo cual se vuelve mucho más terrible cuando las religiones llaman a estas víctimas pecadoras. 

Cada vez que una mujer se arma del valor necesario para hablar y ve que sus palabras son acogidas y que no corre ningún riesgo, su confianza crece y, poco a poco, su psique empieza a sanar.

Un círculo es, además, una experiencia de conversación igualitaria que puede trasladarse a otras relaciones. En un círculo se desarrolla la costumbre de ser capaz de expresar ideas, necesidades, sentimientos y esperanzas, así como de escuchar. En un sentido, estar en un círculo es una práctica de prestar atención y recibir atención. En un círculo operativo no hay una persona que domine.

Nuestras relaciones más significativas, o bien son jerárquicas (existe un acuerdo tácito de que las opiniones, necesidades, sentimientos y percepciones de una de las personas tienen más importancia que los de la otra, lo cual atiende al modelo patriarcal), o bien son un círculo (ambas personas hablan y se escuchan una a otra como iguales, como seres que son importantes el uno para el otro). Recordando las palabras de Eleanor Roosvelt: Nadie puede tratarte como a un ser inferior sin tu permiso”, la tarea a menudo consiste en transformar nuestra propia porción de patriarcado en un círculo. El invisible efecto de estar en un círculo hace esto posible.

Círculos con un centro

Un círculo con un centro espiritual invita al mundo del alma y del espíritu a estar en el centro del círculo y en cada persona que lo compone. Una imagen es la de la gente sentada alrededor de un fuego invisible, que es una fuente similar también en su interior. O es como una rueda cuyos radios conectan distintos puntos de la llanta con el centro. No hay jerarquía. A través de un silencio meditativo y de la oración silenciosa, la sabiduría y la compasión pueden entrar en nosotras y centrarnos. Cualquier cosa que señale que el círculo ha comenzado puede desplazar la energía del plano social al sagrado.

Cuando el círculo e un espacio donde las demás personas escuchan con empatía, donde no se hacen juicios ni comparaciones, y donde aquello que se comparte confidencialmente se guarda como confidencia, ése es un círculo con un centro espiritual, incluso aunque no se lo considere así. Si hay amor y confianza, el círculo es un santuario. 

Si se trata de un círculo de mujeres, habrá suficiente alimento de la Madre para todas. Los círculos de mujeres se convierten en un espacio uterino donde se incuban sueños y planes, y en un lugar donde se puede hablar de ellos y recibir ayuda a fin de dar nuestros primeros pasos. El elemento explícitamente espiritual puede no entrar en ese círculo hasta que la salud o la hija o hijo de alguien hacen necesaria una oración; sin embargo, es un círculo sagrado.

 Cuando una intensa compasión y un serio sentido de la justicia son el foco de un círculo, ese círculo imbuirá de energía a las mujeres que hay en él, y es un círculo con un centro.

Autora: Bolen, Jean Shinoda

martes, 26 de marzo de 2013

Vida Sexual Espiritual



Si un hombre y una mujer se entregan a la vida sexual sólo por el mero placer animal oscurecen los colores de su aura y debilitan las fluctuaciones de la corriente. 

Muchas de las escuelas orientales de pensamiento oculto advierten repetidamente que no debe incurrirse en la mala vida sexual si se quiere progresar. Por desgracia, las traducciones occidentales, que son traducciones erróneas, afirman que el oriental carece de vida sexual en los planos espirituales. Esto es falso. El acto sexual está bien si las dos personas lo necesitan y están verdaderamente enamoradas.

En los templos indios, y también en los tibetanos, hay imágenes que los occidentales, en su ceguera, consideran eróticas, obscenas o pornográficas. No es así, y al oriental no lo perturba la contemplación de esas imágenes. 

Las ventales como son, las ven como un recuerdo de lo que puede ser. El acto sexual es la generación de la vida, es la generación de corrientes áuricas más fuertes, y las imágenes que adornan las paredes de los templos de la India y el Tíbet muestran la verdadera vida sexual y también la mala vida sexual, para que el iniciado pueda comparar las dos, porque, después de todo, ¿cómo puedes saber lo que está mal si alguien no te lo muestra, y cómo puedes hacer una cosa correctamente si alguien no te lo enseña?

 La forma errónea de la vida sexual lleva a manifestaciones desagradables, frigidez, perturbaciones nerviosas y la supresión de los mejores instintos del hombre y de la mujer, en tanto que la forma correcta de la vida sexual, para aquellos que la necesitan, lleva a un aumento en las facultades espirituales de ambos.

Autor: L. Rampa

viernes, 8 de marzo de 2013

Las mujeres y los Lobos



Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. 

Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.

La llamo la Mujer Salvaje porque estas dos palabras en concreto, “mujer” y “salvaje”, son las que crean el llamar o tocar a la puerta, la mágica llamada a la puerta de la profunda psique femenina. Llamar o tocar a la puerta significa literalmente tañer el instrumento del nombre para hacer que se abra una puerta. Significa utilizar unas palabras que dan lugar a la abertura de un pasadizo. 

Cualquiera que sea la cultura que haya influido en una mujer, ésta comprende intuitivamente las palabras “mujer” y “salvaje”. Es absolutamente esencial para la salud mental y la salud del alma de las mujeres.

La existencia de la Mujer Salvaje también se percibe a través de la visión; a través de la contemplación de la sublime belleza. Yo la he percibido contemplando lo que en los bosques llamamos una puesta de sol “de Jesús Dios y, asimismo, contemplando los dedos de los pies de mi hijo recién nacido, alineados como una hilera de maíz dulce. 

La vemos donde la vemos, o sea, en todas partes.
Viene también a nosotras a través del sonido; a través de la música que hace vibrar el esternón y emociona el corazón; viene a través del tambor, del silbido, de la llamada y del grito.

Ella es el alma femenina. Sin embargo es más que eso: es la fuente de lo femenino. Es todo lo que pertenece al instinto, a los mundos tanto visibles como ocultos —ella es la base.
Ella es intuición, es capaz de ver claramente a distancia, es capaz de escuchar a profundidad, es de corazón leal. Ella es la voz que dice: Por aquí, por aquí.

Ella es quien levanta estruendos contra la injusticia. Ella es por quien abandonamos el hogar para buscarla. Ella es a quien regresamos a casa. Ella es lo que nos mantiene en marcha cuando pensamos que ya estamos vencidas.

Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento. En cambio, la separación de la naturaleza salvaje provoca que la personalidad de una mujer adelgace, se debilite y adquiera un carácter espectral y fantasmagórico. no estamos hechas para ser unas criaturas enclenques de cabello frágil, incapaces de pegar un salto, de perseguir, dar a luz y crear una vida. 

Cuando las vidas de las mujeres se quedan estancadas o se llenan de aburrimiento, es hora de que emerja la mujer salvaje; es hora de que la función creadora de la psique inunde el delta.

Para nosotras la elección no ofrece duda. Sin nosotras, la Mujer Salvaje se muere. Sin la Mujer Salvaje, nos morimos nosotras. Para la Vida, para la verdadera vida, ambas tenemos que vivir.

- Mujeres que corren con los lobos. Clarissa Pinkola Estes.

lunes, 4 de marzo de 2013

El Llamado del Hombre y la Mujer



"El llamado más elevado de la mujer es guiar al hombre hacia su alma, de manera que pueda unirse con la Fuente. Su llamado más bajo es seducirlo, separarlo de su alma y dejarlo vagando sin dirección.




El llamado más elevado del hombre es proteger a la mujer, de manera que ella esté libre para caminar la tierra sin dañarse. Su llamado más bajo es emboscarla y forzar su entrada en la vida de una mujer."



- Proverbio Cherokee

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