miércoles, 24 de abril de 2013

La Alquimia de las Relaciones



Autor: Tom Kenyon

Muchos manejamos nuestras relaciones en la misma forma en que jugamos al póquer. Hacemos todo lo posible para llevar ventaja. Si eso falla, simulamos. Hacemos creer que tenemos cartas que no tenemos. Engañamos. Mentimos.

Y en tanto éste es el modelo para muchas relaciones en nuestra época postmoderna, no lo es para la Relación Sagrada según se describe en el Manuscrito.

Permítanme poner esto en claro. Las Relaciones Sagradas no son para cualquiera. De hecho, sospecho que hay muchas menos personas capaces o siquiera dispuestas a intentarlo, que personas que prefieren jugar juegos de naipes emocionales.

Este tipo de relación exige máxima honestidad de ambos, uno y su compañero. En vez de esconder las cartas, las ponemos en la mesa todas boca arriba. Todas nuestras esperanzas, todos nuestros miedos, todos nuestros pensamientos celosos o mezquinos, todas nuestras maquinaciones: todo se expone a la clara luz de la consciencia para que nuestro compañero lo vea. Y él o ella debe hacer lo mismo. No va a funcionar si dejamos la puerta de atrás sin llave para escapar mentalmente. No va a funcionar si ambos no son impecablemente honestos uno con el otro.

Y la razón para este tipo radical de honestidad es que, sin ella, la Alquimia de las Relaciones no puede suceder. Ahora bien, este término puede ser nuevo para muchos, aun para los que estudian la alquimia interna, ya que la dinámica de las relaciones íntimas rara vez se menciona en las cuatro corrientes principales de la alquimia (Egipcia, Taoísta, Tántrica de Yoga y Tántrica Budista).

De modo que estaría bien definir aquí lo que quiero decir, para poner alguna base a esto. Como todas las clases de alquimia, este tipo de trabajo intenta cambiar una forma por otra. La forma, en este caso, es la dinámica que media entre dos personas, a la que se han habituado. Después de un tiempo, la gente tiende a caer en la rutina. La vivacidad que existía al principio de la relación se diluye. Ambos se vuelven más o menos inconscientes. La dura realidad es que lleva una vigilancia y esfuerzo continuos para conservar viva y consciente una relación.

Muchas relaciones se van cayendo porque ninguno de los dos tiene ganas o capacidad para hacer el esfuerzo que requiere sostenerlas. En vez de experimentar la novedad de cada momento dentro de la relación, con el tiempo se va colando una especie de pesadez; lo que solía ser excitante se vuelve aburrido. Y lo peor es que se instala una especie de letargo psicológico y emocional, y ambos sucumben a los efectos adormecedores de la inconsciencia.

Este tipo de inconsciencia es un amenaza mortal para el insight y la consciencia psicológica y, aunque rara vez se lo menciona, tiene un efecto negativo sobre la vida espiritual también.

Así que la forma que debe cambiarse dentro de una relación es literalmente la forma de las interacciones que habitualmente tienen lugar entre las dos personas.

Como en todas las clases de alquimia, debe haber un recipiente en que tengan lugar las reacciones. Y en este caso, es el recipiente de la seguridad y el aprecio que lo aporta el reservorio para la transformación.

Si faltan la seguridad o el aprecio, este tipo de alquimia no puede funcionar. Y si has decidido que quieres intentar este tipo de alquimia en tu relación, te sugiero que primero hagas un análisis. Evalúa honestamente si sientes que hay seguridad y aprecio en tu relación. Si no lo sientes, desperdiciarás tu tiempo tratando de emprender este tipo de alquimia con tu compañero actual. Sugiero que enfoques tus esfuerzos, más bien, en los esfuerzos solitarios mencionados en el Manuscrito. Si de todos modos quieres intentarlo, trata de hablar con tu compañero sobre estos sentimientos de peligro y falta de aprecio que tienes. Sólo si se resuelven, cuando así sea podrás considerar intentar este tipo de alquimia.

De modo que ahora tenemos dos de los tres elementos necesarios para la alquimia: algo a transformar (los patrones habituales de interacción) y el recipiente (la red de seguridad, por así decirlo, de la relación misma) Se necesita un tercer elemento y ése es, por supuesto, la energía para provocar la reacción. Generalmente hay abundante energía en las relaciones, bajo la forma de patrones neuróticos, esperanzas, miedos y deseos. Hablaremos de ellos en seguida, pero primero quiero hablar del acero.

Nuestro yo psicológico se parece mucho a una espada hecha de una aleación de acero. Se ha forjado en la ardiente fundición de nuestra infancia, en las presiones formativas de nuestras experiencias más tempranas. Este período temprano de la vida liga los elementos de nuestras psiquis. Y como el acero, esto se hace bajo inmenso calor y presión. Algunos de nosotros sufrimos el abuso de padres despóticos o directamente hostiles cuando no destructivos. Algunos fuimos dejados a nuestra suerte sin apoyo ni guía de ninguna clase. Y todos los tipos de relaciones de los niños con sus padres caen entre estos dos extremos. Las posibilidades de presiones sobre la infancia son prácticamente innumerables, y también las aleaciones psicológicas que resultan de esta clase de experiencias.

Mucho se habla del niño interior en muchos grupos de crecimiento personal, y en tanto es ciertamente valioso tomar contacto con el yo más joven, no siempre es agradable. Un mito de nuestra cultura dice que la infancia es época de inocencia, un período en que todo está bien en el mundo. Para algunos niños puede ser; para muchos definitivamente no lo es.

Recuerdo estar en la casa de un colega terapeuta durante una fiesta hace unos pocos años. La mayoría de los adultos éramos terapeutas, psicólogos o psiquiatras. Yo me había acomodado en un enorme sofá, tomando mi Pepsi, cuando noté una situación interesante. Uno de los terapeutas había traído a su hijo y al mejor amigo de su hijo a la fiesta. Era evidente que los dos chicos eran amigos. Estaban jugando algún juego de naipes y respetando cada uno el turno de la jugada del otro. No intentaban trampear, parecían estar en una burbuja de camaradería.

Entonces llegó el padre del chico y les preguntó si necesitaban algo. Los dos lo miraron con caritas de angelitos y sonrieron. No, dijeron, con las vocecitas infantiles más encantadoras. El papá palmeó la espalda de su hijo, y al salir, como al descuido hizo lo mismo con el amigo de su hijo. Por un momento, su hijo miró el incidente horrorizado. Se notaba que no podía creer lo que veía. Entonces, cuando su padre se había ido a otra habitación, el chico apuntó y ¡le pegó a su mejor amigo en la cara!

Esto no era inocencia infantil. Esto era ira infantil. No estaba dispuesto a compartir el afecto de su padre, ni siquiera con su mejor amigo. Esta clase de celos es típica de los mamíferos superiores, y nosotros aún somos mamíferos a pesar de todas nuestras ilusiones santurronas y autocomplacientes. No importa cuán elevados espiritualmente estemos, mientras vivamos compartiremos rasgos con nuestros hermanos y hermanas mamíferos.

La vida interior de un niño es a menudo muy diferente de lo que imaginan los que lo rodean. La vida psicológica de un niño, rodeado de peligros y oportunidades, está conformada directamente por cómo elige manejarlos. Ya sea algo tan amenazador para su vida como un padre desquiciado o un abusador, o aparentemente inofensivo, como elegir con quién ir al baile de egresados, en cierta forma no importa. En tanto el impacto de pelear por su vida muy bien puede marcar la conducta de un niño hasta avanzada la adultez, las pequeñas decisiones de la vida, como con quién socializar o no, también tienen importancia. Todas estas decisiones menores crean calor y presión psicológica interna. Las aleaciones de la personalidad se funden o se queman. La espada ya ha sido templada para cuando se alcanza la adultez, y la aleación de nuestras personalidades ya está fijada.

Algunos salimos de esta fundición de la infancia con filos duros como la roca; otros somos romos. Algunos sostenemos nuestros filos, otros parece que nunca podemos sostener nada.

La cuestión con el acero es que tiende a permanecer en su forma original una vez que sale de la fundición. Y una de las pocas cosas que alguna vez puede re-configurar esa aleación es que el acero se vuelva a calentar como cuando tomó forma por primera vez.

En el trabajo alquímico de la Relación Sagrada, voluntariamente nos ponemos de vuelta en la fundición. El calor que se levanta entre dos personas cuando sus neurosis se frotan una contra otra puede llegar a ser bastante intenso. Si ambos pueden encontrar el coraje de ser radicalmente honestos consigo mismos y con el otro en estos momentos que queman, las aleaciones psicológicas se pueden cambiar. La relación recibe un nuevo hálito de vida impulsado por la energía de la verdad psicológica.

La cuestión es que la mayoría de nosotros hace cualquier cosa para evitar el calor psicológico. Cuando nos sentimos incómodos, muchos salimos huyendo. Para algunos, significa literalmente hacer las valijas y salir de la ciudad, o al menos fuera de la vista. Para algunos significa estar físicamente presente, pero ya no presente emocionalmente. Nos entumecemos. Nos volvemos autómatas. Nos movemos y hablamos casi en forma normal, pero nos hemos alejado mucho hacia adentro. Otros nos atontamos con alcohol o drogas. Y algunos lo hacemos con televisión. Los humanos somos muy hábiles y creativos, después de todo. Podemos encontrar toda clase de formas de evitar enfrentarnos con nosotros mismos. De hecho son demasiado numerosas para que les dé una lista. Pero sospecho que tienen idea. Creo que la verdadera pregunta es ésta: ¿qué haces cuando las cosas se ponen demasiado calientes psicológicamente para tu gusto? ¿Qué haces cuando estás al borde de sentir algo que no quieres sentir?

Para quienes están en un Relación Sagrada esos sentimientos son un llamado a estar presentes. Es hora de ser radicalmente honestos, y que ambos expresen sus verdaderos sentimientos, no importa cuánta vergüenza o temor les cause. Diciéndose sus verdades, entra un elemento revitalizador en la dinámica. La honestidad psicológica resulta en comprensión psicológica. Y con la comprensión viene la esperanza de conciencia, y con la conciencia puede haber cambios.

Este capítulo dista de ser un manual de Alquimia para las Relaciones. Más que nada, creo, es una advertencia. Magdalena aludió a esto en el Manuscrito. Lo llamó oscurecimientos hacia la huída. ¿No les suena maravillosamente exótico? Bueno, pues no es muy exótico cuando el oscurecimiento uno lo tiene cara a cara. Y no es un sentimiento exótico cuando la fundición de la relación se calienta de modo que uno siente que se disuelve (psicológicamente, por supuesto). Toma coraje y fortaleza quedarse en la fundición cuando el calor empieza a debilitar la estabilidad de lo que uno percibe como su propia imagen. A muy pocos nos hace gracia pasar por tontos, que nos vean asustados, mezquinos o celosos. Y vamos a hacer elaborados esfuerzos para esconder esos sentimientos ante otros y ante nosotros mismos.

Pero en una Relación Sagrada esas cosas invariablemente salen a la superficie como el barro que se levanta al revolver el fondo de un barril. La cosa es darse cuenta de que esto no significa que estás haciendo las cosas mal (en la Relación Sagrada); significa que tal vez las estás haciendo bien. Como dijo Magdalena en el Manuscrito, el poder de la alquimia hace salir, empuja hacia afuera, la escoria. Esto puede ser fascinante cuando la escoria sale de tu compañero pero es verdaderamente horrible cuando es tu propia escoria la que se está volcando afuera.

Lo que hace sagrada a una Relación Sagrada es que es de veras una manera sagrada de ser. La raíz de la palabra sagrada (holy en inglés) en realidad significa volverse completo (whole). Así que… cuando hacemos algo que crea esta completud o integridad (en este caso psicológica) nos involucramos en un acto sagrado.

En el crisol de la seguridad, honestidad y agradecimiento mutuo, es posible forjar un nuevo yo. Este nuevo yo es psicológicamente más honesto, más consciente y más libre que su contraparte antes de entrar en la fundición de la relación. Y como el fénix que se levanta de sus propias cenizas, este yo tiene alas. Puede volar a lugares que antes sólo podía imaginar.

Hay aquí misterios y tesoros que esperan a quienes tienen el coraje de entrar en las profundidades de sí mismos y sus compañeros. No es para todos, como ya dije. Probablemente sabrás si eres candidato posible, porque lo sentirás en tu alma, en tu corazón.

Si te inicias en este camino, has de saber que no hay manual de instrucciones. Allí afuera hay muy poca guía. El sendero a la espiritualidad ha sido tradicionalmente solitario. Y en tanto los tiempos en soledad puedan ser necesarios para aquellos en Relaciones Sagradas, algo ha cambiado. Ellos consienten en transitar juntos el camino hacia la divinidad, lado a lado, a través de cielo e infierno, a través de brillantes cumbres donde todo se ve claro como cristal, y a través del oscuro valle de la muerte psicológica donde es difícil ver los propios pies uno delante del otro. Sin embargo, a través de la oscuridad del no saber, empieza a surgir una profunda fuerza primordial. Requiere un tipo inusual de sagrada trinidad – tres cosas para que cumpla con su muy sagrada tarea: seguridad mutua, honestidad psicológica y aprecio del Amado.

¡Buen viaje!

© 2013 Tom Kenyon All Rights Reserved www.tomkenyon.com

jueves, 11 de abril de 2013

¿A que huele la vagina?




El otro día , después de una comida muy agradable con gente muy bonita, a orillas de un volcán, un hombre, joven, guapo, inmerso en el mundo ” espiritual”, quiso hacerse el gracioso con un chiste sin ninguna gracia.

Yo, en luna roja, estaba delante.La frase fue esta:

"Me imagino a esa mujer sin bragas paseando en bicicleta y un hombre preguntándose ” chacho! y ese olor a pescao?”

A lo que siguieron unas risas forzadas complices de cualquiera que quiere hacer una gracia, diga lo que diga. Así de estúpidos somos a veces los hombres y las mujeres. Tenemos tanto miedo a no ser aceptados por la manada que vivimos en contra de nuestros deseos, de nuestras ideas, diciendo sí cuando queremos decir no, riendo sin ganas, asintiendo con la cabeza mientras los otros hablan, sólo por no ser echados del grupo.

Por no quedarnos solos. Es un instinto de supervivencia que viene con nosotros. Solos, en el Paleolítico, no sobrevivíamos. Y puede que hoy tampoco.

Pero yo creo que se puede uno arriesgar a decir lo que piensa. Creo en el acto subversivo de no reirle a alguien las gracias en público. A riesgo de ser expulsada. Confío en el camino anchísimo que se abre el vivir sinceramente.

Así que, ese día, contesté:

"Mira , acabas de hacer un comentario muy desafortunado, sabes por qué? Porque no se qué coños habrás olido en tu vida, pero te aseguro que el mío no huele a pescado. Sabes a qué huele mi vagina? A fruta madura, a sangre, a vida . Mi vagina es sagrada. Y no te permito delante de mi , que menosprecies el olor de la vagina. Porque por chistes como éste venimos las mujeres arrastrando muchos siglos de represión. Ocultando nuestros flujos a loss otros y a nosotras mismas. Por hombres así hemos tratado nuestro cuerpo como si fuera sucio y estuviera enfermo. Tu chiste favorece a un sistema patriarcal y machista que ha destrozado la sexualidad de la mujer y la ha pervertido. Nuestros flujos son los ríos de la vida. Avergüénzate, sí, de hacer ese chiste.  Y delante de mi, al menos, honra el olor sagrado que te dio la vida. "

Respetémonos , mujeres, que no nos repriman más.
Y que la re-evolución del ser humano, empiece por aquí.

Autor: Elena Alonso

Sexualidad Consciente




El aura tiene de por sí una defensa natural, como lo tiene la piel, que además es lo que le permite separar energéticamente un cuerpo áurico de otro aunque estén en contacto (en el metro, por ejemplo, que vamos todos apretaditos, las auras se tocan pero debido a esta cualidad intrínseca defensiva nunca se mezclan.

En el acto sexual lo que se persigue es lo contrario: la unión; las defensas bajan, las auras de las dos personas se fusionan y la energía se mezcla. 

Si uno de los dos trae energía contaminada en su cuerpo áurico, los dos acaban compartiendo esa energía.

Cuando las dos personas se separan, cada uno tiene algo de energía del otro, con lo que eso conlleva. Si ninguno de los dos tenía energía contaminada pero practican sexo sin amor, la lujuria perturba su energía y puede crear suciedad en el aura.

El sexo es un poderoso vehículo muy elevado, espiritual, que se diseñó para recordar el momento de la Creación, y despierta las mismas fuerzas primarias creadoras. Una energía tan potente es como un faro enorme de luz. Movida por la lujuria, esta luz se distorsiona y atrae entes de energía igualmente perturbada. 

En el Amor, sin embargo, supone una entrada de la energía más elevada, y hace que la relación entre dos personas tan sólo atraiga bendiciones, estén protegidos y evita la distorsión energética.

Basado en texto de Fanny Ladini


El Ciclo Menstrual Femenino



En la Sociedad moderna actual, el Ciclo Menstrual femenino, aún sigue siendo signo de lo sucio, pecaminoso, desagradable, inferior y hasta maldito.

¿Cómo puede, algo tan natural de nuestro cuerpo convertirse en todo esto?
¿Cómo llegamos a crear todo esto en nosotros?

Sabemos, tanto hombres como mujeres, que nuestros cuerpos vienen siendo hace años, el objeto del deseo, el medio para publicitar, para vender, incitar, dominar en esta sociedad de consumo extrema.

Olvidándonos de nuestra sabiduría interna, nos hemos permitido programar para ser pacientes de un médico, discípulos de una pastilla mágica todopoderosa que nos cura el mal del instante en cuestiones de segundos… mejor dicho, NOS TAPA….oculta lo verdadero, lo significativo, el mensaje que nos dice escuchame!

En las mujeres, por cuestiones socio culturales, las consecuencias de estas programaciones, han afectado mucho más fuerte en nuestros ciclos!¡Claro! Vamos a desmitificar un poco algunas cuestiones y reencontrarnos en el recordar de nuestra sabiduría…

Las mujeres estamos influenciadas fuertemente por las energías lunares, tal vez un tanto más que los hombres. Nuestros cuerpos están profundamente interrelacionados con las energías de la luna. La misma, es la que influencia directamente en los líquidos del planeta. 

Mientras ella cambia de fases, por la influencia del movimiento terrestre y la luz solar, influye en el movimiento de las mareas; así es que podemos ver, que en luna llena, las mareas van subiendo, así como la humedad del ambiente y en cuanto la luna oscurece, el agua baja y las raíces de las plantas también se nutren profundamente del mundo subterráneo. Si nosotros somos un 80% de agua… entonces ¿Que hay de la Luna y nosotros?

La misma influye fuertemente en nuestras emociones que corresponden al elemento agua. Las emociones, como el agua, fluyen y cambian constantemente, si una barrera se interpone en su curso, va a acumularse tanto tanto hasta explotar con toda su fuerza para poder salir! ¿Y que tal si el agua se aquieta y nada la remueve? Se estanca y se pudre! Todo eso mismo, sucede en nuestro cuerpo también.

Las lunas, por cada ciclo solar, transitan en 13 ciclos de 28 días cada uno. En cada ciclo de 13 días se sucede una fase de 7 días.

Los ciclos femeninos duran 28 días y comienzan con el primer día de Sangrado menstrual.
¿Pero que pasa con las Lunas y su influencia en nosotros?

Luna nueva: Es la luna oscura, invisible, la no iluminada por el Sol. Durante esta fase de oscuridad, las energías físicas descienden. Es probable que si estamos perceptivos a nuestras sensaciones, nos sintamos más sutiles, reflexivos y hasta poco sociables. Las plantas echan sus raíces hacia la tierra y se fortalecen. Los sueños en estos días pueden ser muy reveladores. Es un tiempo muy provechoso para la relajación y la meditación, estamos más receptivos, por lo que deberíamos estar más atentos a que dejamos entrar a nosotros ya sea comida, relaciones, lugares donde nos movemos, hacer el amor, etc.…

En las mujeres se corresponde arquetípicamente con el primer día de Sangrado menstrual, ya que en esos días es cuando más introspectivas estamos. Es que en nuestro cuerpo hay una parte física muriendo… y eso no significa que sea algo malo, si no que es una limpieza! Renovación, transformación!

Las mujeres tenemos la virtud de limpiar nuestro cuerpo con cada sangrado, en cada luna, lo cual nos permite fortalecer nuestro sistema inmunológico, físico, energético y emocional, pero para que ello tenga sentido debemos creer!!! Y adorarlo como Sagrado.

Mientras sigamos creyendo que sangrar es algo molesto, sucio y oculto, nuestros ciclos seguirán viéndose afectados por dolores, irregularidades, mal humor, quistes, tumores, y así nos seguiremos enfermando.

Los días de Sangrado menstrual son días muy poderosos espiritualmente si sabemos aprovecharlos. 

Antiguamente las mujeres ,viviendo en tribu, sangraban al mismo tiempo (Alguna se dio cuenta que cuando pasamos bastante tiempo juntas con un grupo de mujeres, sangramos a la vez? ¡¡ Imagínense una tribu de mujeres!!), entonces se retiraban de la tribu, a pasar esos días entre ellas, meditando, reflexionando, tejiendo, creando, visionando. Dejaban caer su sangre a la tierra y así la fertilizaban. ¡Claro! Nuestra sangre esta llena de nutrientes y la sangre menstrual ¡es la mas poderosa de todas! Es el elixir de vida que nuestro cuerpo prepara para nutrir a un niño.

¿Entonces… porque seguir tirándola a al tacho de basura en una toallita de plástico o un tampón?

Alguna notó que las publicidades de toallitas femeninas y tampones, siempre muestran un líquido azul? ¿Acaso, así es tu sangre?
¿Te detuviste algún momento a tocar tu sangre? ¿A verla? ¿A olerla?…

La sangre puede revelarte muchas cosas…
Las mujeres de la india suelen llevar un punto rojo pintado en su tercer ojo… en tiempos en que la menstruación no era algo oculto, este punto lo pintaban con su sangre menstrual y les permitía obtener visión sobre las situaciones a resolver en la comunidad y en su vida.

Prueba dedicarte un tiempo en solitario durante tu próximo sangrado. Aunque sean solo 15 minutos, que sean plenos para ti. Siente como está tu vientre, tu útero, tus pechos, el sentir bajar la sangre, ¿que sensaciones trae? Dedícate a descansar un poco más de lo que lo haces todos los días, tu cuerpo te lo agradecerá.

Es normal que en días de sangrado te sientas menos activa y te sea más difícil realizar tareas mentales, lógicas, racionales, es que estos días entre el conciente y subconsciente no hay barreras que los distancien.

Mientras sigamos yendo en contra de nuestra naturaleza, seguiremos desalineados, escucha tu cuerpo, siente y acciona al respecto, provéete de lo que necesitas, de lo que te nutre.

Luna Cuarto Creciente: Durante estos días las energías lunares influyen en la regeneración, tanto del suelo como de nuestro cuerpo. De apoco vamos percibiendo la luz solar reflejada en la luna, así que vamos saliendo a la luz. Las energías nos acompañan para iniciar nuevos proyectos y actividades. Todo aquello que hemos visionado en la fase oscura, comienza a nutrirse de luz para materializarse!

Es una fase de cambio en el ciclo de la mujer. Una vez que salimos del sangrado, nuestras energías se renuevan. Es normal que nos sintamos dinámicas y radiantes, con mayor confianza. Al terminar de sangrar, nuestro cuerpo interna y externamente se renueva. La muerte ha cesado, para dar nueva vida, renacer en una misma. Tal vez sientas poder hacer de todo! Y lo hagas muy eficientemente! 
Las energías brotan hacia afuera, y es muy probable que sientas muchas ganas de divertirte, pasar tiempo con otras personas.

Llegando la Luna Llena: en estos días la luna esta en su máximo resplandor por la luz del Sol. Me gusta pensar que el Sol y La luna están haciendo el amor. Él, iluminándola, deja ver su más hermosa belleza!

Nuestras energías pueden estar mucho más hacia fuera que nunca! Se dice que los días de luna llena son días de enamorados…
Energías de plenitud. Es un momento ideal para dar a luz lo que hemos iniciado en las anteriores fases. Tal vez sientas que aumente tu intuición.

En las mujeres se corresponde arquetípicamente con los días de Ovulación. Si estas ovulando, es probable que te sientas más maternal, con energías de dar a los otros, más que darte a ti misma. Tal vez te sientas más protectora con las personas que te rodean, con muchas ganas de compartir. En los días de ovulación el cuerpo y la mente se preparan para crear una vida, esta esperando ser fecundado, así que nuestra psiquis también se prepara para acunar, es por eso que nos sentimos propensas a dar. Aumenta el deseo sexual y el poder de atracción.

Permíte observarte en los días de ovulación, como es tu flujo, tus energías, tus deseos… ¿Que estas nutriendo en tu vida?

Por último tenemos la Fase de Luna Menguante: en ella la luz va disminuyendo y el ciclo se cierra. Son días ideales para purificar nuestra mente y cuerpo de todo tipo de toxinas y situaciones que no nos hacen bien. 

En el ciclo femenino corresponde a los días en que el ovulo liberado no ha sido fecundado, entonces es probable que puedas manifestar la creación por otro lado. Que no hayas creado un ser dentro tuyo, no significa que tu poder de crear no tenga sentido!

Prueba tomarte un tiempo de utilizar tu creatividad para realizar cosas en esos días post Ovulación. Puedes dibujar, pintar, cantar, tocar música, cocinar, plasmar nuevas ideas en tu trabajo, vestirte diferente, bailar, SIMPLEMENTE CREAR!

Hombres y Mujeres, los invito a observarse, a dedicarse un momento cada día y tomar nota de cómo están sus energías y en que fase lunar esta sucediendo. Mejor si tomas un momento para mirar al cielo en la noche y aprovechar a nutrirte de ella.

Toma nota de cómo te sientes, que deseos y pensamientos tienes, cuales son tus necesidades, si tienes deseo sexual o no, si tienes deseos de comer más o menos de lo común, como se expresa tu creatividad, como cambia tu forma de vestir o de relacionarte. Lleva un registro por cada fase lunar, por algunos ciclos (meses) y luego observa si te sigues sintiendo en un tiempo lineal, rígido y rutinario o hay algo más…

Mujeres, las invito a descubrirse, a re conectar con su sabiduría femenina, a amarse, amar su cuerpo, su sangre, sus ciclos. Si no te conoces a tu misma, no puedes exigir que los otros te comprendan!

Recuerda que tu cuerpo es un TEMPLO SAGRADO.

Autor:  Pamela De Girolamo

domingo, 7 de abril de 2013

Mujer...



“Ninguna criatura de este planeta tiene la belleza, 
la fuerza y el poder que tiene una mujer” 


Yogui Bhajan


Ciclos en la Mujer y el Hombre



"Las Mujeres son la Luna. Crecen y Menguan. Todo crece por la Luna. Los hombres son el Sol. Todo madura por el Sol. Y todo es concebido por la combinacion armoniosa de esas dos polaridades femenino y masculino, sol y luna."

Cambio es una parte constante de la vida, dentro de nosotras y en la naturaleza. Las estaciones cambian en un ritmo regular y la tierra, la luna, y los planetas cambian posiciones en los cielos. En cada respirar, tu sistema corporal tambien cambia y se ajusta; con cada pensamiento que creas y cada movimiento que haces, crea un efecto, un cambio que te mueve atravez del tiempo. Cada siete años, cada celula de tu cuerpo es remplazado por una nueva, creando el efecto total de una persona renovada. En cada milimetro del cosmos y en cada ser viviente, cambios están tomando lugar constantemente. Este proceso de constante cambio es parte de la evolucion de la vida y asi sera para siempre.

Los cambios que las mujeres comunmente notan son los ciclos fisicos que su cuerpos atraviezan, como el ciclo menstrual. En niveles sutiles, el cuerpo de una mujer manifiesta la creatividad, aspecto cosmico del cambio. Eso es en parte atravez de un especifico ciclo que desarolla cuando ella esta en el utero, despues de la concepcion. Este ciclo, llamado Centro Lunar en sequencia, es el mas sutil y significante ciclo que una mujer puede percibir y experimentar. 

Despues de que el Centro Lunar es fijado, y mientras su cuerpo fisico aun sigue desarollándose dentro del utero, su ciclo menstrual es determinado. Para cuando una mujer nace, ella contiene todos los huevos en sus ovarios que tendra para el resto de su vida. Por lo tanto, en sentido, a pesar de de cualquier cambio en su vida por salud y autocuidado, su menopausia es determinado tambien. Cuando una mujer nace, luego, ella es la manifestacion fisica de la universal Adi Shakti, la energia primordial femenina; ella refleja y encarna todos los ciclos de la vida.

Cuando las mujeres se resisten al cambio, especialmente los cambios en su cuerpo, es como resistir su propia naturaleza. Una de las enseñanzas basicas del yoga es que una mujer sea una mujer, que una mujer se ame como mujer, que una mujer se acepte como mujer. En otras palabras, cuando una mujer entiende su propia naturaleza ciclica y su transicion, ella encuentra poder en ese fundamento.

El poder de la potencialidad y transicion es el poder de la mujer para elevar su espiritu y el del mundo.

En la filosofia del Kundalini Yoga, las mujeres son comunmente referidas como Seres Lunares. Mientras las mujeres atraviezan su ciclo menstrual, el mundo natural alrededor de ellas tambien es ciclica. Las mujeres siempre han estado conectadas con la naturaleza. Se ha notado que las mujeres que viven juntas, tienden a compartir el mismo ciclo. Similarmente, miles de años atras, las mujeres que notaron la conexion entre sus ciclos y los ciclos de la luna, crearon el antiguo calendario lunar.

Las fases de la luna esta relacionada con las fases del ciclo menstrual. Usando el modelo primordial, puedes ver que tu cuerpo tiene una sabiduria que evoluciona y cambia durante el mes. Tus ciclos fisicos te mantienen alerta de tu fertilidad, tu feminidad, tu fuerza, y tu renovacion. Cada mes es como una fase completa de la luna, pasando por ciclos como las estaciones del año. Metaforicamente, ovular corresponde a la luna llena,posibilidades de embarazo y verano. Despues de ovular, menguas como la luna, moviendote por el otoño hacia el obscuro invierno de tu luna nueva, que es la menstruacion. La primavera sigue con el desarollo de tus huevos maduros mientras creces hacias la ovulacion y tu luna llena de nuevo.

Kundalini Yoga compara los hombres con el sol, que es constante, a las mujeres con la luna, que es cambiante. Como mujer que posee las muchas cualidades de la luna, tienes la habilidad de reflejar y absorber, crecer y menguar, crear y nutrir, liberar y renovar, ambos sutil y fuerte. A una mujer le toma 14 dias para crecer y 14 para menguar, pero los hombres lo hacen en 14 respiraciones para crecer y 14 respiraciones para menguar, Quiere decir que los hombres pasan por este proceso en 2 minutos y las mujeres en 28 dias. La mas notable diferencia es que la mujer se toma suficiente tiempo en cada centro lunar para experimentar la transicion en ella, en su mente, en su estado de animo y en sus acciones. Los hombres se mueven rapido, sintiendo menos transicion y manifestandose mas como la naturaleza solar.

Autor: Yogui Bhajan

Sangro y soy Renovada




Sangro, y soy Renovada
Sangro, mi cuerpo esta en sagrada ceremonia
Sangro, soy Tierra nutriente
Sangro, mi Matriz honra su ancestral memoria
Sangro, soy transformada
Sangro,soy luna cambiante
Sangro, soy Creadora Divina
Sangro, soy muerte que da vida.

Sangro, sangro, sangro...
y es una bendicion cuando sangro.
Soy el Amor de la Diosa en mi vientre.
Amo quien Soy cuando sangra mi luna.

Autor: Yohlie
Fuente: La Tienda Roja

La Menstruación




"La Menstruación es un poder lunar femenino
 ancestral, hermosamente sagrado."

- Nuit Moore
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